Por María Alejandra Builes
En el segundo día de Fantasmagoría el cine de género se tomó varios espacios culturales de la ciudad, mientras los aliens seguían expectantes, los amantes del terror y la fantasía revisaron en detalle la programación para decidir entre una y otra proyección.
La jornada fantasmagórica inició a las 4:00 p.m, a esta hora se presentaron de manera paralela la selección de cortometrajes de animación, evento que tuvo lugar en el Centro Cultural de Moravia, los asistentes pudieron maravillarse con cortometrajes como La melodía torrencial, En medio de la nada, Innermost, La vieja y el cuervo, The voice in the Hollow, Mountain Spirit y aLone.
Al mismo tiempo, en las salas del Colombo veían Quicksand, del director Andrés Beltrán, un estreno colombiano de 86 minutos que hace parte de la selección oficial de largometrajes. En la Biblioteca EPM, los asistentes pudieron acercarse al cine de terror asiático con Scary true stories: night two de Norio Tsuruta y Flashback before death, dirigida por Rii Ishihara y Hiroyuki Onogawa.
La programación del día finalizó con un gran evento en el Cementerio Museo San Pedro, un espacio que más allá de la muerte, alberga un sentir artístico y cultural que ha acogido a Fantasmagoría. Desde las 6:00 p.m las puertas del cementerio se abrieron a los curiosos que querían sentir cómo era ver una película de terror en las instalaciones de un cementerio. Primero se hizo un recorrido guiado, en el que los mediadores del cementerio contextualizaron sobre el porqué se veía una película de terror en un cementerio, recorrieron galerías, tumbas, mausoleos; finalmente llegaron a la capilla, donde vieron El Orfanato, una película dirigida por Juan Antonio Bayona. Con aproximadamente 180 asistentes, terminó la jornada de Fantasmagoría, la noche auguraba que los siguientes días del festival estarían cargados de terror, misterio y fantasía. El cine de género seguía apoderándose de Medellín.