Por Cristian Jaramillo
No se sabe a ciencia cierta si fue una noche o tres días de encierro absoluto, pero lo que sí se puede afirmar es que en aquella villa mítica, a la luz tenue de lámparas, cortinas victorianas y una brisa veraniega surgieron grandes leyendas de la humanidad. Para amantes de las fecha, era el 16 de junio de 1816, a orillas del lago Lemán y la villa es más conocida como Villa Diodati. Esa noche se reúnen en un mismo lugar, como un aquelarre o ceremonia divina, Lord Byron, quien alquila la mansión, su colega Percy Bysshe Shelley que era poeta. También hay dos mujeres, Mary Shelley novia del poeta y la hermana de esta, Claire. También está allí John William Polidori, médico de Byron y, un invitado ocasional, Matthew Lewis. En esa noche se engendrarían hijos monstruosos que cambiarían para siempre la historia de la literatura de género, allí nacería Frankenstein, El Vampiro y El monje. Muchos afirman que años atrás en 1638 aquella villa fue también el lugar de inspiración de John Milton para “El Paraíso Perdido”
La Fiesta del Libro y la Cultura no propone reunirnos en alguna villa a la luz de la hoguera o invocando arcanos para escribir relatos de terror gótico. El nuevo concurso de #MicroCiFiMedellín nos propone crear, inventar, “criogenizarnos” para contar cómo sería la Medellín de un futuro incierto. Quizás días lentos, las noches, el encierro obligado de este aislamiento hagan de las suyas y transformemos nuestras casas en una pequeña Villa Diodati donde surjan esos microrrelatos que develen una Medellín sumida en la más terrible distopía o quizás con una mirada más alegre una Medellín triunfante que se alza orgullosa en una armonía absoluta con la naturaleza, las energías limpias y el medio ambiente, perfecto escenario de un solarpunk jamás soñado.
Qué mejor manera de celebrar y hacerle homenaje a Isaac Asimov y Ray Bradbury, dos grandes escritores de ciencia ficción, cuyos centenarios se celebran este año. Por qué no soñar una Medellín que ahora pertenece al Imperio Intergaláctico y es dominada por la gente de Trantor o que se ha decidido hacer una diáspora interespacial a Marte porque la tierra del Valle de Aburrá es inhabitable. Enciérrense y cuídense los que pueden hacerlo, quizás la llama de la inspiración de villa Diodati ilumine en nuestras casas.
Les dejamos aquí las bases del concurso: